Los requisitos de iluminación para una sala limpia vienen dictados principalmente por el tipo de trabajo que se realiza y la clase ISO (Organización Internacional de Normalización) o Norma Federal (FS) de la sala limpia. Estos estándares garantizan que la iluminación sea adecuada para respaldar las tareas visuales, minimizar las sombras, reducir la generación de partículas y mantener un entorno de trabajo seguro. Aquí hay algunos principios y requisitos generales.:
Nivel de iluminancia:
El nivel de iluminación (medido en lux o pies-candela) debe ser suficiente para las tareas realizadas dentro de la sala limpia. Por ejemplo, según ISO 14644-1:2015, los niveles de iluminancia recomendados varían desde 300 lux para áreas generales hasta 1000 lux o más para áreas de inspección o montaje de precisión.
Uniformidad:
Las salas blancas requieren una alta uniformidad en la distribución de la luz para evitar sombras que podrían provocar errores visuales o partículas oscurecidas. Esto a menudo se especifica como una relación entre la iluminancia mínima y la promedio sobre el área de la superficie de trabajo.
Índice de reproducción cromática (CRI):
Por lo general, se desea un IRC alto para que los colores parezcan naturales y precisos, lo que permite a los trabajadores distinguir entre materiales o detectar cambios de color sutiles. A menudo se recomienda un CRI de 80 o más.
Luminarias:
Los accesorios de iluminación deben diseñarse para minimizar el desprendimiento de partículas y permitir una fácil limpieza. También deben contar con unidades selladas para evitar el ingreso de polvo y evitar el uso de materiales que puedan desprender gases, generar electricidad estática o contaminar el medio ambiente.
Control de deslumbramiento:
Se debe minimizar el deslumbramiento para garantizar la comodidad y precisión visual. El deslumbramiento directo de las luminarias o el reflejo de las superficies deben controlarse mediante el diseño y la ubicación adecuados de las luminarias.
Mantenimiento y Accesibilidad:
Las luminarias deben permitir un fácil mantenimiento y reemplazo sin comprometer el ambiente de la sala limpia.
Compatibilidad con otros sistemas:
Los sistemas de iluminación no deben interferir con otros equipos de la sala limpia, como unidades de tratamiento de aire o instrumentación sensible, y deben estar protegidos contra EMI/RFI si es necesario.
Redundancia:
En aplicaciones críticas, puede ser necesario contar con sistemas de iluminación redundantes para garantizar un funcionamiento continuo incluso en caso de fallo.
Atenuación y controles:
Es posible que se requieran controles de iluminación avanzados para ajustar los niveles de luz según la ocupación, las necesidades de las tareas o los objetivos de eficiencia energética.